El siervo de Yavé como el Mesías ben José en distintas fuentes

¿Puede el siervo sufriente ser expresión del Mesías ben José?  El siervo sufriente es llamado el profeta obediente al Eterno (53,4), que es llevado por la divina voluntad al sufrimiento, al desprecio y a la vergüenza (52, 14; 53, 2-5), abandonado a las manos de los tiranos en la esperanza de la vindicación final desde lo alto (Is 53, 7-9). El siervo sufriente es el prototipo de quien ha sido destinado a la exaltación (Is 52, 13.15), Ahora bien, ¿de quién se trata este personaje? Ben Sira y 1Enoc interpretan al Siervo como el Mesías. Lo mismo el Testamento de Ruben 6, 8-12 quien lo identifica como Mesías al modo de Leví. No olvidemos el Testamento de Benjamín 3, 1-8. La Sab habla de la persecución del justo de manera similar a Isaias. En 4Q541en el Himno de la Auto-exaltación se describe a un hombre humillado y rechazado, pero ahora exaltado, elevado a los cielos, y entronizado allí. Luego tenemos el Targum de Isaías donde leemos: Mirad mi siervo, el Mesías, que va a prosperar, el va a estar en lo alto y será elogiado y será extremadamente fuerte (52,13)…El será despreciado (53,5)…El será entregado a cuenta de nuestras iniquidades (53,6)…Él va a dividir la ruina porque fue abandonado a la muerte; y él hará que el rebelde observer la Ley; el rezará por los pecados de muchos y por los trasgresores, cada uno será perdonado en su nombre (53, 13). En bSanh 98b leemos: Rab dijo: El mundo fue creado sólo en nombre de David. Samuel dijo: Por el nombre de David. r. Johanan dijo: Por el nombre del Mesías. ¿Cuál es su nombre? La escuela de R. Shila dijo: Su nombre es Shiloh, como está dicho, «hasta que Shilo venga» (Gn 49,10). La escuela de R. Yannai dijo: Su nombre es Yinnon, como está escrito «Su nombre perdurará por siempre, antes que el sol existiera su nombre es Yinnon (Salm 72, 17). La escuela de R. Haninah mantenía: Su nombre es Haninah como está dicho «Donde no os daré Haninah» (Jr 16,13). Otros dicen: Su nombre es Menahem ben Hezekiah, como está dicho, «Porque  Menahem (consuelo) que puede aliviar mi alma está lejos (Lam 1,16). Nuestros rabinos enseñaron: Su nombre es la lepra de la casa de Rabi Juda ha-Nasi, de la casa de David, como está dicho «a él, que soportó nuestros sufrimientos y cargó con nuestros dolores, lo tuvimos por un contagiado, herido de Dios y afligido» (Is 53,4). Estos textos, entre otros, demuestran que muchos judíos consideraban que Is 53 se refería al Mesías, y que esta interpretación no fue una originalidad cristiana. Y esta idea se implementa muy bien con la historia de José. Éste como la historia de Isaías eran amados y elegidos por Dios; ambos son traicionados y sufren una enorme mortificación; ambos por su sufrimiento dan vida a otra gente; ambos son finalmente vindicados y ascienden en soberanía.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.