Algunos paralelos interesantes entre el judaísmo rabínico y el NT (Mt 5)

Pero si uno que odia a su prójimo se pone al acecho, lo ataca, lo hiere de muerte (Dt 19,11). Desde este versículo se entiende: si una persona ha trasgredido un versículo pequeño, él o ella va finalmente a trasgredir un mandamiento mayor. Si uno trasgrede el mandamientos: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18), este llegará a trasgredir el mandamiento: “No serás vengativo ni guardarás rencor a tu propia gente” (Lv 19,18) y el mandamiento: “No guardarás odio a tu hermano” (Lv 19,17) y el mandamiento: “Respeta a tu Dios, y viva tu hermano contigo” (Lv 25,36), hasta que tal persona llegue finalmente a cometer asesinato. Por lo tanto “si una persona odia a su prójimo y lo acecha esperándolo y lo ataca” (SifreDt 22,13)

 

Rabi Eleazar enseñó: “Aquel que odia a su prójimo es considerado un asesino, porque está dicho: “Pero si uno que odia a su prójimo se pone al acecho, lo ataca, lo hiere de muerte” (Dt 19,11) Massekhtot Erez Vol.2, 312.

 

Ustedes han oído que se dijo a los antiguos: No matarás; el homicida responderá ante el tribunal. Pues yo les digo que todo el que se enoje contra su hermano responderá ante el tribunal. Quien llame a su hermano imbécil responderá ante el Consejo. Quien lo llame renegado incurrirá en la pena del infierno de fuego.

 

Nuestros rabis enseñaron: Aquellos que han sido insultados pero que no insultan, se escuchan a sí mismos agraviados sin responder, actúan a través del amor y se alegran en los sufrimientos, de ellos las escrituras dicen: “¡Tus amigos sean fuertes

como el sol al salir!” (Jue 5,31). b. Shabbat 88b

 

Rabi Chama ben Chanina enseñó, “Incluso si tu enemigo se levanta temprano para matarte, y viene a tu casa con hambre y sed, tú le debes dar alimento y bebida. ¿Por qué? Porque está escrito: “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; así enrojecerá de vergüenza y el Señor te lo pagará” (Prov 25,21-22). Tú no debes leer o interpretar el versículo como si dijese: “el Señor te lo pagará”, más bien: “el Señor hará que tu enemigo este en paz contigo” (Midrás en Prov 25)

 

 

 

Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente.

Yo les digo que no opongan resistencia al que les hace el mal. Antes bien, si uno te da una bofetada en [tu] mejilla derecha, ofrécele también la otra.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.