El Hijo del Hombre en el libro de las Similitudes

Para entender la figura de Jesús como
Hijo del Hombre es importante tener presente el libro de las Similitudes de
Enoc. Como hemos visto en numerosas entradas la figura de Enoc-Hijo del
Hombre-Metatrón es fundamental para entender la matriz desde donde surge el
cristianismo (ver página “misticismo judío”, “tradición enóquica”). En el libro
de las Similitudes vemos como Enoc es transformado en los cielos en un ser
celestial de primera importancia, el Hijo del Hombre. Esta identificación no
es menor si consideramos que esta figura se sienta en el trono de Dios para
juzgar al mundo (1Enoc 62, 5; 69, 29), lo mismo que pasará con Jesús de acuerdo a los primeros cristianos. Que Enoc se convierta en el Hijo del
Hombre es remarcable cuando pensamos en las características que se predican de
este último. El Hijo del Hombre no sólo aparece sentado en el trono de gloria,
sino que de él se dice que tiene la 
apariencia de un hombre y una
cara llena de gracia como la de los ángeles”
(1 Enoc 46, 1) ; “posee la justicia  divina, la mayor dignidad y conoce los
tesoros ocultos”
(1Enoc 46,3) ; derrocará a los reyes y a los poderosos de
sus posiciones; avergonzará a los pecadores (1 Enoc 46, 4-5) ; creado y Elegido
antes que los ángeles; luz y esperanza de las naciones; todos los hombres se “prosternarán y lo adorarán” (1 Enoc 48,
3-6) ; en él habita la sabiduría, el discernimiento, el entendimiento y el
poder (1 Enoc 49, 3-4) ; como mesías gobernará de manera fuerte y poderosa
sobre la tierra (1 Enoc 52, 4). De una u otra manera, Enoc convertido en el
Hijo del Hombre, el Elegido (1 Enoc 39, 6; 40, 5; 45, 3. 4; 48, 6; 49, 2. 4;
51, 3. 5; 52, 6. 9; 53, 6; 55, 4; 61, 5. 8. 10; 62, 1), el Justo (1 Enoc 38, 2;
47, 1.4; 53, 6;), y la luz de la naciones (1 Enoc 48, 4) comparte la gloria
divina.  ¿No es parecido a lo que se
predicará de Jesús como Hijo del Hombre?
Sin embargo, reconozcamos que hay un
elemento presente en los evangelios que no está en las Similitudes…el
sufrimiento del Hijo del Hombre (Mc 8,31; 9,12). ¿Originalidad cristiana? Puede
ser que no sea tal…ya hemos visto en otra entrada  los sufrimientos del
Hijo del Hombre. Efectivamente, al final del capítulo 7 del libro de Daniel el
Hijo del Hombre es interpretado como el
pueblo de los santos del Altísimo
 que va a sufrir por un período determinado de
tiempo por las bestias (imperios conquistadores) hasta que reciban el reino, el reino que tendrán para siempre

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.