Las Palabras de Adán en el Hades a Lazaro (Apócrifo eslavo)

La siguiente es la traducción del apócrifo eslavo Palabras de Adán en el Hades a Lázaro:

El
relato se desarrolla en el Hades y comienza con la entonación de David quien se
alegra porque en la tierra ha nacido Jesús el Salvador.
Compañeros, cantemos canciones hoy día y dejemos atrás la
tristeza, alegrémonos. Tomó David el arpa, puso sus dedos en las cuerdas vivas,
se sentó  y (¿?).  Ha llegado el tiempo de la alegría, llegó el
día de la salvación, ya escucho a los pastores que tocan las flautas en el
pesebre, y su voz que llega al portón, y a mis oídos llegan, y ya escucho las
pisadas de las pesuñas de los caballos persas, ellos le traen regalos a Él en
el pesebre desde sus reinos al rey de los cielos, que hoy en la tierra ha
nacido. Oh, compañeros, esto nosotros durante muchos días lo deseamos porque
hay un trono en el cielo y la tierra es el estrado de sus pies, y su madre
virgen yace en el pesebre, se envuelve el cielo con las nubes, y la tierra le
dice:  Oh Rey grande y celestial, ¿qué te
trajo a nosotros abajo a la tierra? ¿Es que acaso este establo deseabas o la
paja en la que ahora yaces?¡ De prisa, el desquiciado Herodes afila la espada
para matarte! 
A
continuación toma la palabra Adán, y su discurso concentra la atención del
relato.
Y dijo Adán a los que estaban en el Hades: Venid profetas y
todos los justos, hagámosle saber a Cristo con lágrimas, al que vive en nuestro
tiempo, si quiere  librarnos de este
tormento.
Isaías y Jeremías se rieron de Adán y de su debilidad y le
dijeron a David: El portón del Hades es de fierro, el cerrojo de metal, el
candado de piedra, y todo unido con fuerza. ¿Quién de nosotros puede desde aquí
hacer llegar este mensaje?
Entonces David les dijo claramente: Uno de nosotros, uno
que lleva cuatro días, Lázaro, el amigo de Cristo, mañana regresará (a la tierra), tú le llevaras las
noticias de parte de nosotros.
Y escuchando esto, Adán, la primera persona creada, comenzó
a golpearse con sus manos su cara muy fuerte y dijo: Lazaro,  amigo luminoso de Cristo, informad de mi
parte al Poderoso: “A ti se dirige tu primera creación, Adán. Señor, tú me
creaste para estar poco tiempo sobre la tierra, y luego, habiendo sido juzgado,
para muchos años de sufrimiento en el Hades. ¿Es para esto que has llenado la
tierra de personas, oh Altísimo? Y ahora, mis amados nietos están en medio de
las tinieblas, por causa de Satanás sufren en el Hades, insultos y agravios
llenan los corazones, las lágrimas llenan sus ojos y limpian las pupilas, y
deseamos, ya sin fuerzas, que Cristo nos recuerde. En la tierra por poco tiempo
vimos la bondad, y ahora en medio de insultos nos encontramos por muchos años. Por
poco tiempo fui el rey de todas las creaturas de Dios, y ahora, por muchos días
soy esclavo del Hades y me encuentro bajo el poder de los demonios. Por poco
tiempo vi tu luz, y ya por muchos años que no veo tu sol brillante y no siento
el viento. Señor, si yo pequé más que todos los hombres, por mis acciones me
has juzgado, no me quejo, pero Señor, ten misericordia porque fui creado a tu
imagen y ahora el diablo se ríe de mí; a tu imagen fui creado, y el mal me hace
sufrir. (¿?) A ti Señor, el primer patriarca Abraham, tu amigo, el que por ti
quería sacrificar a su amado hijo Isaac, y al que le dijiste: Por ti Abraham
serán bendecidas todas las generaciones de la tierra, ¿y es que acaso él pecó?
Y he aquí que en el Hades todos sufren y suspiran. Y a Noé el justo que tu
elegiste, Señor, de en medio del fuerte diluvio, ¿no puedes acaso liberar del
Hades? ¿Es que acaso ellos pecaron como lo hice yo? Y al gran profeta Moisés,
oh Señor, ¿es que acaso pecó? Y aquí está con nosotros en las tinieblas del
Hades. Y a David, oh Señor, tú lo alabaste en la tierra, y le diste poder para
gobernar sobre muchos, y compuso el salterio con el arpa, ¿es que acaso pecó? Y
aquí está con nosotros en el Hades sufriendo, frecuentemente se queja, ¿es que
acaso pecaron como yo? Y el gran profeta Juan que bautizo al Señor, el cual
nació bajo la bendición del arcángel Gabriel, y en el desierto fue educado
desde su juventud, comiendo miel salvaje y fue asesinado por Herodes, ¿es que
acaso, oh Señor, pecó  que está aquí con nosotros
en el Hades sufriendo? Y grandes profetas como Elías y Enoc, los que cumplieron
los mandamientos más que cualquier justo en la tierra, se quejan, y ¿no quieres
por ellos perdonarnos? ¿O es que esperas tu tiempo?¿O simplemente cuando tú lo
quieras? Tú sabes que nosotros somos solo personas, y Tú, oh Señor, paciente,
sin embargo, venid a nosotros de prisa y libéranos del Hades, captura al
diablo, y los ebrios judíos te reconocerán y nosotros los creyentes  nos arrodillaremos delante de ti, Cristo, reconociendo
tu santidad y glorificando a la Santísima Trinidad, al Padre y a Jesús.
Fuente: Памятники Старинной Русской Литературы
(С. Петербургъ, 1862) 11-12

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.