Comenzando un nuevo proyecto
El otoño se hace sentir en estos lugares siberianos. Hace frio y todo está amarillo (la foto es del verano!!). La nieve todavía no hace su aparición…pero en cualquier momento se dejará caer. Este último tiempo me he dedicado a establecer contactos con el mundo cultural y religioso de Novosibirsk en vista de potenciar el centro cultural que los jesuitas estamos creando en la ciudad. Por supuesto que comencé conociendo al director del Centro Cultural Judío, con quien mantuve una conversación muy interesante, y continúe con la visita al principal rabino de la ciudad. Como un gran admirador de la cultura judía ambas visitas significaron mucho para mí. El rabino, con una mirada inteligente y profunda, me bombardeó de preguntas, lo que me dio pie a hacer lo propio. La sinagoga está a una cuadra de nuestra Iglesia, y también ellos están construyendo un centro cultural. Espero con ansias que lo inauguren para poder potenciarnos mutuamente. He conocido también a los pastores luteranos, siempre en una parada tan ecuménica y constructiva. También ha sido interesante y conmovedor adentrarme en el mundo de la inteligencia católica en Novosibirsk y en Akademik Gorodok. Hace un par de semanas unos profesores católicos de filosofía de la prestigiosa NGU me invitaron a tomar el té. Fue una reunión encantadora, interesante, y muy iluminadora. Tal como se adivina a través de su literatura los intelectuales rusos son muy preparados. Tienen esa forma de pensar los problemas tan fina y al mismo tiempo tan rebuscada. Como si fuesen profundizando en círculos para ir mirando desde todos los ángulos y cada vez más hondo. Al mismo tiempo fue sorprendente el interés que mostraron cuando les comenté que mi área de estudio era la temprana mística judía y cristiana. La mística es algo que interesa mucho por estos lados. Lo que tengo por delante es establecer contactos con el centro cultural ortodoxo…esto que parece tan cercano es paradojalmente el mayor de los desafíos. Necesitaré de la mayor delicadeza posible.