El estar de pie delante o a la derecha de Dios…
En vista de estos testimonios podemos afirmar que la visión de Hch 7,55-56 a la luz de Dn 7,9-14 y de los textos contempóraneos nos habla de Jesús como aquel que ha sido vindicado a través de su resurrección, lo que se expresaría en la expresión estar de pie a la derecha del Trono de Dios como el Hijo del Hombre. Este estar de pie implica la transformación de Jesús en un ser celestial, de la cual el cristiano quiere participar de distintas maneras: ya sea a través de visiones, dando la vida como el mártir, confesando que Jesús es el Señor, etc. Para más detalles: Jesus, the Merkavah, and Martyrdom in Early Christian Tradition Author(s): Phillip B. Munoa III Source: Journal of Biblical Literature, Vol. 121, No. 2 (Summer, 2002), pp. 303-325.
Esta transformación de Jesús como el estar de pie delante del Trono, contemplada por el creyente y mártir en el caso de Esteban, se va a entender de manera distinta en la medida que ciertos grupos cristianos se vayan platonizando. Es el caso del Apócrifo de Juan obra gnóstica setiana del siglo II. En ésta, del más alto o sublime ser, llamado “Padre de Todo”, “Monada”, “Dios”, “Espíritu Invisible”, se predica que su eón es incorruptible, que está todavía en silencio, que existe anteriormente a todas las cosas (26,6-9). De esta unidad primordial emanan la unidad en la pluralidad que constituye la realidad eónica. Para describirla se ocupa el verbo copto aherat o oherat que significa estar de pie, pero no ya para significar la transformación del justo en un ser celestial magnífico, sino para describir su estado de reposo e inamovilidad siguiendo el modelo de la perfección platónica. Por ejemplo, 27,1-14 donde su pensamiento aparece de pie delante de Él (El Dios supremo) con el brillo de la luz (// Zost 78,12-22; Plotino Enn. 5.2..1,7-13); del Espíritu Invisible y de Barbelo emana un brillo de luz que es llamado Monogenes que al igual como Barbelo hizó anteriormente, y que también está de pie delante del Espiritu Invisible (II 6,10-7,15); también el Cristo glorificará al Espíritu Invisible mientras permanece de pie en su presencia (II 6, 23-33), etc. ¿Qué significa, entonces, en este contexto el estar de pie? Significa basicamente el estar en reposo en contraposición del estar en movimiento.