Investidura, Crismación y Eucaristía en el Ev. de Felipe

 El bautismo en algunas comunidades
gnósticas valentinianas se complementaba con otros ritos de carácter
iniciatorio como la investidura, la
crismación,
y la eucaristía. Respecto
a la investidura podemos decir que es
un símbolo altamente atestiguado en la apócrifa judía y cristiana, y que tiene
relación también con el templo de Jerusalén. Las vestiduras del sumo sacerdote,
por ejemplo, lo convertían en un ser semi-divino, mediador entre las realidades
celestes y terrenas. En el ámbito bautismal el origen de este rito tiene
relación con la lectura de Gn 3,21 donde se habla de los vestidos de piel para significar el cuerpo físico, mientras que los
vestidos de luz implicaría el
restaurar la imagen divina perdida. En el Evangelio
de la Verdad
se habla que Jesús, a pesar de vestir la vida eterna (la
naturaleza divina), murió en la cruz y se desvistió de las ropas perecederas
(naturaleza humana)  y se vistió de lo
imperecedero, para así ascender a los cielos invulnerable a los poderes
arcónticos. Y es que Jesús se había desvestido del olvido y el error.  En el Himno
de la perla
(HchTom  108-113) el
símbolo de los vestidos es central en el texto. Los nuevos vestidos que el
joven viste a la medida que asciende de regreso a casa son luminosos y
brillantes. De acuerdo al Evangelio de
Felipe
el vidente adquiere nuevos vestidos de luz en la cámara nupcial que lo hacen inmune a los
poderes hostiles (NHC II 58, 15-16; 70, 5-9; 76, 22-28):Aquellos que se han vestido de la luz perfecta no pueden ser vistos por las Potencias ni detenidos por ellas. Ahora bien, uno puede revestirse de esta luz en el sacramento, en la unión.   En el mismo texto se
nos habla de los vestidos colocados por el agua
y el fuego
son también excelentes (57,19-23).

También la crismación es un rito complementario al bautismo. En el Evangelio de Felipe se entiende como
fuego en el sentido de luz que da forma y belleza (NHC II 57,22-28; 67, 2-9;
69, 5-14; 78, 1-10; 85, 21-86,18). También encontramos paralelos interesantes
en el sumo sacerdocio del templo de Jerusalén. Para más detalles ver esta entrada 

La eucaristía se entiende de diversas maneras de acuerdo a los textos
que consultemos. En el Evangelio de
Felipe
(NHC II 75, 15-24) se nos dice que la copa de agua y vino contiene
al Espíritu Santo, por lo tanto, el beberla convierte al hombre en uno
perfecto. La eucaristía se identifica con Jesús crucificado quien bajo el pan del
cielo (NHC II 55,6-15). Para más detalles: J. D. Turner,
“Ritual in Gnosticism” , p.107-110.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.