La fiesta del Hanukkah o de la Dedicación en el tiempo de Jesús

En la fiesta del Hanukkah o de la dedicación (2Mac 1,9; 2,16-18; Jn 10,22), se recordaba a los héroes macabeos y la  purificación y dedicación del templo a Yavé después de la abominación de Antioco Epifanes el 164 a.c. Dos figuras eran especialmente importantes en el imaginario popular de la época de Jesús: Judas y Simón macabeos.  Hay en los evangelios sinópticos, en su manera
de presentar el ideario de Jesús, y su proclamación del Reino de Dios, algo que
refleja el ideal mesiánico presente en el Primer y segundo libro de Macabeos,
la familia de los hombres destinados a
salvar a Israel
(1Mac 5,62). De especial importancia son dos textos que
exaltan a  sus líderes: 1Mac 3,3-9 en
relación a Judas,  y 1Mac 14-4-15 en
relación a Simón. Judas Macabeo es definido como un león en sus hazañas, un cachorro que ruge por la presa (1Mac
3,4), claras reminiscencias mesiánicas de carácter real cuyos orígenes se
remontan a dos textos veterotestamentarios. El primero es Os 5,14 que describe
al redentor de Israel como león para
Efraín, y como leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo, desgarraré y me
iré, arrebataré y no habrá quien libre
. El segundo es Gn 49,9 que se
refiere a la descripción del nombre de Judá:
Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se
echa como león, o como leona
. En este sentido Judas Macabeo emerge como un
héroe de proporciones bíblicas, de fuertes ecos mesiánicos (davídicos), quien
está llamado a restaurar y extender la
gloria de su pueblo
(1Mac 3,3).  
Pero además de celebrar a Judás Macabeo, el
1Mac también exalta a Simón llegando a reconocer que buscó siempre el bienestar de su pueblo, que aprobó siempre su gobierno
y su magnificencia
(1Mac 14,4), haciendo referencia al legendario rey
Salomón (1Re 5,4). Fijémonos que la descripción del reinado de Simón tiene
claras reminiscencias  escatológicas
tomadas de Zac 8,4; Ez 34, 27; y  Miq
4,4. El texto se lee de la siguiente manera: La gente cultivaba en paz sus campos, 
la tierra daba sus cosechas y los árboles de la llanura sus frutos. Los
ancianos se sentaban en las plazas 
hablando todos del bienestar reinante, y los mozos vistieron gloriosos uniformes
militares… su renombre llegó a los confines de la tierra. Hizo obra de paz en
el país, e Israel se llenó de inmenso gozo
(1Mac 14, 8-11).
La descripción mesiánica de ambos gobernantes macabeos nos da una idea de la ideología política que rodeaba a la celebración de la fiesta de la dedicación en el tiempo de Jesús (Jn 10,22).

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.