La muerte de Jesús como el martirio del Justo (2Macabeos)

El 2Macabeos (I a.c.) es un libro que nos
permite entrar al entendimiento de la muerte de Jesús como martirio del justo y su relación con la resurrección. El contexto teológico de este documento es la de la
Alianza. El cumplimiento de los preceptos de la Tora garantiza al pueblo
escogido estabilidad y seguridad. De acuerdo a Dt 28-32 si Israel se mantiene
fiel
a la Ley el favor de Dios descansa sobre ella,
por el contrario, si se muestra negligente y se aviene a los modos de las
naciones extranjeras, Dios castigará esta conducta. Lo último explica el
temprano éxito de Antioco cuando entra a Jerusalén y se hace con los tesoros
del Templo (5,17-20). Dios corrige la infidelidad del pueblo también a través
de las persecuciones que sufre a manos de los infieles. Ahora bien,
más que un juicio final, la teología de la Alianza entiende estos
acontecimientos como manifestación de la misericordia de Dios (7,16b.33-35).
Dios está llamando a renovar la obediencia a la Alianza antes que se alcance el
punto de no retorno (6,14-15). De hecho es la respuesta fiel del pueblo y de
los líderes de la rebelión macabea lo que explica su éxito y la instauración de
la idealizada dinastía Hasmonea. Son las fieles madres judías y hombres queadhieren de verdad a la Ley (2Mac 6,10-11; 1Mac 60-64) hasta el punto del martirio (2Mac 6, 18-7, 42).  El martirio
se entiende como actos representativos de la obediencia de la Ley literalmente
hasta la muerte
, en nombre y a beneficio de la nación, para aliviar la ira de Dios en contra del
pueblo desobediente, con el resultado esperado que pronto mostrará misericordia a los justos (2Mac 7,37-38; 8,5). El
sacrificio de los mártires está acompañado, además, de la expectativa de la resurrección como una forma de vindicación divina (2Mac
7,9.11.14.23.29.36; 12,43-45; 14,46). Un libro posterior, el 4Macabeos, recoge
esta misma idea a través de la oración de Eleazar: Sed misericordioso con tu pueblo y dejad que nuestro castigo sea
suficiente por ellos. Haz que mi sangre sea su purificación, y toma mi vida
a cambio
por la de ellos
(4Mac 6,28-29). Luego del martirio del anciano
y otras nueve personas el autor del apócrifo menciona: El tirano [Antioco] ha sido
castigado, y la tierra ha sido purificada, ellos
[los mártires] han llegado a ser intercambio por el pecado
de nuestra nación. A través de la sangre de estos devotos y sus muertes como sacrificio
propiciatorio, la divina providencia ha preservado a Israel que previamente se
había descarriado
(4Mac 17,21-22).  Estos
textos son interesantes, también, porque guardan una relación con la teología
levítica tan importante en el Templo (Lev 17,11.22). Por lo tanto, la muerte de
los mártires tiene dos resultados: mueve a que Dios actúe a favor de su pueblo
para liberarlos, y la obediencia del pueblo se reaviva (4Mac 17,22; 18, 4. Todo
esto es precisamente el núcleo de la Teología de la Alianza (Dt 30,1-5).  Para más detalles: David A. deSilva, The Jewish Teacher of Jesus, James, and Jude.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.