Una comunidad de circuncisos y no cincuncisos

Para parte del judaísmo del siglo I los gentiles se podían salvar como tales, sin necesidad de ser parte del pueblo judío (circuncidados). Pablo, claramente es parte de este grupo. Para otros grupos, el gentil que ha llegado a creer en Cristo tiene que ser parte del pueblo de Israel para ser salvado. Esta posición era defendida incluso por algunos gentiles que querían ser parte integral de la comunidad judía. Para Pablo si un gentil se circuncida y pasa a ser judío, entonces tiene que cumplir la ley y así se complican las relaciones intercomunitarias (¿nos podemos sentar a la mesa judíos y gentiles? ¿nos podemos casar? ¿podemos orar las mismas oraciones?):  todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley (Gal 5,3) ¿Pero qué pasa con los judíos que han aceptado al Mesías? Aquí la cuestión se complica. La idea que tiene Pablo sobre la Ley es complicada y contradictoria. Una cosa parece clara, es que Jesús resucitado puede salvar con prescindencia de la Ley (sea que la califiquemos positivamente o no). Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo! Porque si yo reedifico lo que en otro tiempo destruí, yo mismo resulto transgresor. (Gal 2,17-18). Más adelante dice: «Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. (Gal 5,6). Lo que pasa es que en otros textos es mucho más condescendientes con aquellos cristianos «débiles» que quieren guardar la ley en relación a la carne ofrecida a los ídolos. Así en este y otros textos Pablo parece condescendiente respecto a la Ley: según el Señor ha asignado a cada uno, según Dios llamó a cada cual, así ande. Y esto ordeno en todas las iglesias.¿Fue llamado alguno ya circuncidado? Quédese circuncidado. ¿Fue llamado alguno estando incircuncidado? No se circuncide. La circuncisión nada es, y nada es la incircuncisión, sino el guardar los mandamientos de Dios.Cada uno permanezca en la condición en que fue llamado. (1Co 7,17-20). Pablo es un verdadero fariseo, el criterio final parece ser siempre el bien y la sobrevivencia de la comunidad. La relación complicada con la Ley implica que el apóstol la reconoce como un sistema completo de salvación que responde a las promesas de Dios (Gal 3, 21-29), pero aún así responde más bien a un período de instrucción porque simplemente la Ley no puede resucitar a nadie. Jesús no sólo ha resucitado de la muerte, sino que la fe en Cristo ha resucitado a Pablo de la muerte.  

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.