Malaquías se enfrenta al templo

En el Evangelio de Marcos las críticas en contra del Templo de Jerusalén están dirigidas especialmente en contra de sus dirigentes y se fundamentan especialmente en las profecías de Malaquías. Este profeta veterotestamentario había fustigado en contra de la impureza de los sacrificios presentados por los sacerdotes en el templo en comparación con los sacrificios presentados por otros pueblos a sus dioses.  Esta impureza se realza cuando Malaquías saca a colación la imagen de Leví como consumado sacerdote y con la visión de un templo purificado en el día del Señor. En el primer caso  (2,5-7)leemos:  Entonces sabrán que yo les envié este mensaje, mientras duraba mi alianza con Leví —dice el Señor Todopoderoso—: Mi alianza con él era de vida y paz; se la di, para que temiera, respetara y reverenciara mi nombre. Una doctrina auténtica llevaba en la boca y en sus labios no se hallaba maldad; se portaba conmigo con integridad y rectitud y apartaba a muchos de la culpa.  Labios sacerdotales han de guardar el saber y en su boca se busca la doctrina, porque es mensajero del Señor Todopoderoso. En el segundo (Mal 3,3-4) vemos que no renegando del Templo como institución, Malaquías enfatiza que se deben hacer sacrificios purifactorios a gran escala por el pecado de los sacerdotes.: ¿Quién quedará de pie cuando aparezca? Será fuego de fundidor, blanqueador de lavandero, se sentará como fundidor a refinar la plata, refinará y purificará como plata y oro a los levitas, y ellos ofrecerán al Señor ofrendas legítimas. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y Jerusalén, como en tiempos pasados, como en años remotos. Es tan evidente la situación de pecado que Dios tiene que intervenir directamente enviando a su mensajero para anunciar la purificacion el templo. Tal es el texto que citara mas tarde Marcos:Miren, yo envío mi mensajero a preparar el camino delante de mí. De pronto entrará en el santuario el Señor que buscan; el mensajero de la alianza que tanto desean, mírenlo entrar —dice el Señor Todopoderoso (Mal 3,1). Finalmente se reconoce en tal mensajero al profeta Elías, quien junto al prototipo de Moises, anuncia el fin del exilio, el retorno a la tierra (y al templo), cumpliendo de manera definitiva la vocacion adamica. El texto de Mal 3, 22-24 lee: Recuerden la Ley, los preceptos y mandatos que yo le encomendé en Monte Horeb a mi siervo Moisés para todo Israel (ver: 1Re 19,9-18; Ex 34,5-6) 3,23: Y yo les enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible: 3,24: reconciliará a padres con hijos, a hijos con padres, y así no vendré yo a exterminar la tierra.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.