El testamento copto de Job (Apócrifo)

El Testamento copto de Job es un apócrifo
compuesto entre el II a.c. y el II d.c. 
A pesar de su carácter fragmentario, este texto, al igual que la versión
eslava, cuenta la historia del héroe veterotestamentario de una manera distinta
a la bíblica. Fue un texto muy popular entre los monjes de la primitiva iglesia
copta. Job aparece como rey de Egipto y la historia se concentra en los últimos
días de éste, cuando reúne a sus hijos e hijas para contarles su vida.  Job había sido uno de los reyes más ricos de
oriente y había adorado a los ídolos. Luego de una visión de un ángel, aprende
que sus ritos son falsos y decide destruir a los ídolos de su templo. El ángel
le dice todo lo que le sucederá: perderá sus posiciones, su salud, su
descendencia, su estatus. Sin embargo nada de esto afectará la voluntad de
hierro de Job quien se ha convertido al Dios verdadero. El héroe reconoce Yo soportaré 
hasta mi muerte y nunca me volveré atrás
(4)…Entonces Satán vino y destruyó las 7000 ovejas…y los 3000 camellos y
los 500 asnos y los 500 bueyes
(12)… Más tarde dice:  El
señor le dio poder a Satán para que hiciera con mi cuerpo lo que quisiese, pero
no le dio poder sobre mi alma. El vino mientras estaba sentado sobre mi trono
sufriendo. El vino como un torbellino. Me dio vuelta y arrojó el trono sobre mí
(15)…Su señora se queja amargamente de la suerte que les ha caído, y Job la
reprende: Por qué no puedes recordar
aquellas grandes riquezas en las que tú solías vivir antes? Si hemos recibido
los bienes de la fortuna de manos del Señor, ¿por qué no soportaremos los que
vienen de la mano del Demonio? Seamos pacientes para que el Señor tenga
misericordia de nosotros y nos muestre su bondad
(21). Job se muestra como
un ejemplo de penitente y creyente, tan bajo a caído que nadie es capaz de
reconocerlo en medio de su pobreza y penitencia. ¿Eres tu Job el de la gran gloria? (27) le preguntan una y otra
vez. Sin embargo, la respuesta de Job solo enfatiza su fe: Ahora os diré sobre mi trono. Mi trono se encuentra en las realidades
superiores, el lugar de origen de todas las cosas. Su gloria y su belleza se
encuentran en medio de los santos del Reino. Vosotros preguntáis sobre el reino
de abajo, de esta tierra. Yo os digo que mi trono está en los cielos. Su gloria
y belleza están en el reino celestial del Padre
(29).  Como recompensa recibirá la
restauración de todo lo perdido, nueva esposa, nuevos hijos, el doble de sus
posesiones pasadas y un estatus aún más elevado. 

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.