Ángeles y pastores: alabanzas al modo de la mercabá.

El nacimiento del mesías y el canto de los ángeles en Lucas tiene algunas particularidades interesantes. Cuando los ángeles descienden,  les comunican a los pastores la buena nueva del nacimiento de Jesús  y  alaban a Dios al modo de las visiones de la mercaba. El texto griego expresa esta alabanza de la siguiente manera: » Δόξα ἐν ὑψίστοις θεῷ καὶ ἐπὶ γῆς εἰρήνη ἐν ἀνθρώποις εὐδοκίας.» La primera parte de la alabanza  no presenta problemas gramaticales: «Gloria a Dios en las alturas». La segunda parte de la alabanza es mas problemática. El termino griego «εὐδοκίας» (sustantivo plural femenino genitivo) estaría determinando a «ἐν ἀνθρώποις» y, entonces, traduciríamos el verso como «y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad«. Y es así como se traduce en la mayoría de los NT: Gloria a Dios en la alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. El problema se presenta cuando constatamos que algunos manuscritos antiguos del Evangelio de Lucas contiene a «εὐδοκία» en nominativo, lo que cambiaría el sentido de la oración dotándola de un esquema en tres partes:

1) Gloria a Dios en las alturas
2) En la tierra, paz
3) Buena voluntad a los hombres.
Una estructura tripartita tiene una relación mas estrecha con el estilo literario de las alabanzas judías que solían dividirse en tres partes. Por ejemplo, en Is 6,3 se declara a Dios tres veces santo. En el targum arameo a Is 6,3 se lee: 
1) Santidad en lo mas alto del cielo, la casa de su Presencia
2) Santidad sobre la tierra, el trabajo de su grandeza
3) Santo por siempre es el Señor de los espíritus: toda la tierra esta llena del brillo de su gloria.
Ambas estructuras, la de Lucas y el Targum arameo de Is 6,3 coinciden: la primera alabanza contiene con la mayor fuerza la grandeza de la gloria divina. La segunda, llama a santificar o hacer visible la gloria divina en la tierra  (como en el Padre Nuestro). La tercera parte, ilustra la perspectiva de buena voluntad divina a todos los hombres (Lc 2, 10.14) o, en palabras del Targum, «toda la tierra esta llena del brillo de su gloria». Más específicamente,  si entendemos el termino «εὐδοκία» como traducción del hebreo «ratzon», lo que el autor estaría predicando sería el deseo que la bondad y misericordia de Dios se hagan manifiesto entre los hombres. Es como en el Padre Nuestro cuando Jesús reza «hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo». «Voluntad» (ratzon) implicaría el experimentar la paz, la salvación, la bondad, de Dios. Entonces lo que los ángeles están aclamando sería: Gloria a Dios en las alturas! Paz en la tierra! Salvación y la bondad divina a los hombres! Para más detalles: Brad H. Young, Jesus, the Jewish Theologian, Baker Academic, 1995, p. 3-9.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.