Nous en Sn Pablo

Cuando hablamos de la transformación del sujeto para San Pablo, un aspecto importante es el nous (mente) que tiene relación con kardia (corazón). Nous ocurre 21 veces en Pablo, principalmente en Rm (6) y 1Cor (7). El concepto es casí exclusivamente paulino y apenas aparece en los LXX, por lo que concluímos que no tiene raíces bíblicas. Desde el punto de vista griego apunta a la parte más sublime del ser humano, su racionalidad, que es como una porción que compartimos con la divinidad. En Rm 1,20: Lo invisible de Dios, su poder eterno y su divinidad, se hacen reconocibles a la razón, desde la creación del mundo por medio de sus obras. Pero el nous tiene una función mucho más amplia que una mera apología del conocimiento de Dios entre los géntiles. Para Pablo el nous nos permite dimensionar hasta qué punto ésta lucha contras las leyes de nuestros miembros y cómo siéndole fiel el hombre puede servir a la Ley de Dios…en mis miembros descubro otra ley que lucha con la ley de la razón y me hace prisionero de la ley del pecado que habita en mis miembros.  ¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de esta condición mortal? ¡Gracias a Dios por Jesucristo Señor nuestro! En resumen, con la razón yo sirvo a la ley de Dios, con mis bajos instintos a la ley del pecado (Rm 7,23-25). Más aún, a través del nous el hombre se va renovando:No se acomoden a este mundo, por el contrario transfórmense interiormente con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto (Rm 12,2). Renuévense en su espíritu y en su mente (Ef 4, 23). El elegido se va haciendo al nous de Cristo: Porque, ¿quién conoce la mente del Señor para darle lecciones? Pero nosotros poseemos el pensamiento de Cristo (1Cor 2,16). Así la verdadera adoración víncula el nous y el espíritu: Porque si rezo en lengua desconocida, mi espíritu reza, pero mi mente no saca ningún provecho.  ¿Qué puedo hacer? Rezaré con mi espíritu y con mi mente, cantaré himnos con mi espíritu y con mi mente (1Cor 14,14-15) La renovación del nous implica una nueva capacidad de discernir la voluntad de Dios:  No se acomoden a este mundo, por el contrario transfórmense interiormente con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto (Rm 12,2). Lo contrario también puede ser afirmado, por ejemplo en relación a los gálatas que rechazan el evangelio: ¡Gálatas insensatos! ¿Quién los ha seducido a ustedes, ante quienes fue presentada la imagen de Jesucristo crucificado? Una cosa quiero que me expliquen: ¿Han recibido el Espíritu por cumplir la ley o por haber escuchado con fe? ¿Tan insensatos son que habiendo empezado con el Espíritu han acabado en el instinto? Para más detalles: J. Dunn, The Theology of Paul the Apostle, 73-75

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.