¿Es 1Cor 14, 31-39 un texto paulino?

En 1Cor 14,31-39 encontramos que Pablo
está hablando del don de la profecía cuando interrumpe el discurso (14,32b-36)
para referirse a la conducta que se le exige a las mujeres: deben guardar
silencio en las reuniones, deben mostrarse recatadas, si desean aprender que
pregunten a sus maridos, todo fundamentado en la ley.  Richard Pervo (Pablo después de Pablo, p.
84-86) defiende la tesis que este fragmento es un agregado de un escriba
posterior. En primer lugar porque la fuente de dicha interpolación sería 1Tm 2,
11-13 donde también se dice que las mujeres deben guardar silencio, deben ser
sumisas y no se consiente que las mujeres enseñen, todo fundamentado en el
hecho que Adán fue formado primero y después Eva. Este autor reconoce que la
tradición textual está a favor de la originalidad paulina de estos versículos,
sin embargo, esta tradición muestra cierta fluctuación en el sentido que se
ubican en distintas partes de la Carta a los Corintios. Además, y lo que es
evidente, estos versículos (14,32b-36) alteran el contexto que versa sobre las
profecías.  Este pasaje discrepa con la
idea defendida por Pablo en 1Cor 11, 2-16 en el sentido que las mujeres pueden
profetizar. El texto se funda en la ley, lo que es extraño porque cuando Pablo
fundamenta enseñanzas en la torá, suele citar un texto concreto. Por último, el
lenguaje es más afín con la literatura deuteropaulina que supone, además un
modelo doméstico de iglesia.

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.