Rusia: vocaciones y el futuro de la Iglesia
El fin de semana pasado estuve dando retiro en la iglesia católica de Ekaterinburgo. Fue una experiencia estupenda. La ciudad es muy bonita, nuestra iglesia es pequeña pero bien ubicada, y la concurrencia a las misas bien alta. Por supuesto, siempre en los margenes humildes en los que nos movemos los católicos de Rusia. En una ciudad de un millón y medio de habitantes, ¿cuántos católicos habrán? Me imagino que no mas allá de 1500. Como siempre, lo que más me impresionó es la acogida y la bondad de la comunidad católica de la ciudad.
De Ekaterinburgo me fui a Moscú donde participé de la comisión de la pastoral juvenil y vocacional en Rusia. Nos reunimos varios curas de distintas partes del país. Es durillo constatar la precariedad de todos nuestros esfuerzos … la pregunta de fondo se repite una y otra vez: ¿después de nosotros quiénes? Todo hace suponer que la Iglesia católica rusa depende de los curas extranjeros … ¡ De hecho en la comision todos lo eramos! Algo novedoso fue constatar que de los 10 curas que participaron, 3 eramos de Latino América (un mexicano, un argentino, y el chileno en cuestion). Como sea, es evidente que debemos promocionar y desarrollar el diaconado permanente, lo que estaría en consonancia con la cultura rusa que no entiende esto del celibato (la verdad es que es bien dificil de entender). Tambien debemos pensar en diversas formas de participacion laical, mas que importando experiencias europeas, inventando algun modo ruso. Pero sobre todo confiar en que Dios lleva este frágil barquito…La Iglesia es la expresión de un misterio: como la gracia puede actuar a pesar de la ambigüedad humana. La Iglesia católica rusa no sobrevivió a la experiencia comunista exclusivamente gracias a los curas que sufrieron en los campos de concentración…la Iglesia sobrevivió principalmente porque un numero ingente de madres y abuelas transmitieron las oraciones que aprendieron en su infancia y bautizaron a sus hijos en secreto. Esta es la base sobre la cual la comunidad de Ekaterinburgo, como en otras ciudades, se fundamenta.