Melquizedek en las tradiciones gnósticas
La respuesta de Melkizedek tiene que ver con la liturgia celestial (14,15-18) y lo muestra como la verdadera imagen del sumo sacerdote del Dios más Alto: desde ahora y por toda la eternidad no cesaré, oh Padre del Todo, pues te apiadaste de mí y enviaste al ángel de luz…desde tus eones…para revelar…una vez hubo venido me sacó de la ignorancia y de la fructificación de la muerte, hacia la vida. Pues yo tengo un nombre, yo soy Melquisedec, el sacerdote del Dios Altísimo. Yo sé que soy en verdad la semejanza del verdadero sumo sacerdote del Dios Altísimo (14,26-15-19) (En Heb 7,3.15 Melquizedec es asemejado al Hijo de Dios). Entonces Melquizedek se ofrece a sí mismo como sacrificio: Yo me puse a mí mismo como una ofrenda junto con los míos, a ti mismo, Padre del Todo, y los que tú quieres, que procedieron de ti, santo viviente (16,2-10). En su nombre el recibe el bautismo ahora y siempre entre los vivos y los nombres santos y en las aguas, lo que es al mismo tiempo es una consagración sacerdotal: Y en una ley perfecta yo pronunciaré mi nombre mientras recibo el bautismo, ahora y por la eternidad en los nombres vivientes y santos y en las aguas, amen (16, 2-15). Entonces ora invocando varias figuras como el Padre Abel Baruc, Autogenes, la Madre Barbelo, etc. (IX 16,11-18, 7).
Finalmente Melquizedek tiene una visión celestial (18, final-27,19) donde experimenta los sufrimientos y la resurrección de Jesús : vosotros me golpeasteis…vosotros me arrojasteis…y me crucificasteis desde la tercera hora de la vigilia del sábado hasta la hora nona. Y después resucité de entre los muertos (25, 1-10). Melquizedek parece equivalerse con Jesús, es decir el primero va a aparecer en el futuro como Jesús y va a realizar la redención: me saludaron y me dijeron: Fortalécete, Melquisedek, gran sumo sacerdote del Dios Altísimo, pues los arcontes que son tu enemigos guerrean. Tú has prevalecido sobre ellos y ellos no prevalecieron sobre ti, y tú resististe y destruiste a tus enemigos (26,1-12).