Los esenios en el tiempo de Jesús.
En otras entradas hemos vistos algunos grupos religiosos que estaban presentes en el tiempo de Jesús como los fariseos y los saduceos. En esta entrada veremos otro grupo, los esenios. Las fuentes principales que nos proporcionan información acerca de ellos es Josefo y Filón de Alejandria. Sin embargo, también algunos textos como jubileos, los rollos del templo y la proto-carta de Enoc nos proporcionan valiosa información acerca de la etapa de formación del grupo, antes que un subgrupo dentro de éste se separase para instalarse en las orillas del mar muerto donde se encontrarían copías de estos libros (en las cuevas que vemos en la fotografía en Qumran).
En el libro de los Jubileos se desarrolla una idea presente ya en el Libro Astronómico acerca de unas tabletas(1Enoc 81,1-10), que se encuentran en el cielo, donde todas las acciones de la humanidad y de los hijos de la carne sobre la tierra están escritas por todas las generaciones del mundo (81,2). De acuerdo a Jubileos a Moisés le fue enseñado por los ángeles las tabletas con la división de los años desde la creación de la ley de acuerdo a sus semanas (años) y de acuerdo a períodos de jubileos (1,29). Estas tabletas se convertirían, de acuerdo a esta obra, en un punto central de las revelaciones dadas a personajes como Noé, Abraham, Jacob, y por supuesto al propio Moisés. La idea es entonces la siguiente: a pesar del pecado de los ángeles, de acuerdo al mito de Enoc, Dios sigue dirigiendo la historia y tiene calculado el tiempo de los hombres en períodos hasta el final del mundo. Junto a esta idea Jubileos enfatiza una especial doctrina de la elección de Israel muy cercana a la predeterminación y que los identifica como puros o separados del resto de la humanidad. Esta idea apuntará a identificar lo malo con lo impuro, y lo bueno con lo puro. En otras palabras, desde la creación Dios ha pensado a Israel para Él como un pueblo separado del resto gentil (22,16), como un pueblo puro y santo (2,1). Estas cualidades de los circuncidados (15,11) los hacen capaces de participar con los ángeles en las liturgias celestiales. En cambio, aquellos que no pertenecel al pueblo de Israel son los los hijos de la destrucción (15,26). Estos se identifican con los impuros, quienes no pueden participar de la adoración a Dios con los ángeles.
Otro texto importante para entender a los esenios en su etapa formativa es el Rollo del Templo. En éste vemos cómo se van radicalizando algunas de las tendencias presentes en los Jubileos: la separación entre el pueblo de Israel y los gentiles se radicaliza en el tiempo presente porque estamos viviendo los últimos días. Para este tiempo se plantea la constitución de un Templo interino (11QTa [11Q19] 29.2–10) con estrictas normas de pureza que se extienden a la ciudad de Jerusalén (Lev 15:18 and 11QTa [11Q19] 45.11–12), como si ambos (Templo-ciudad) fuesen el campamento de Israel en el Sinaí (Lev 13; Nm 5; Dt 23). Al mismo tiempo se extienden los requerimientos sobre la pureza de los sacerdotes a todo el pueblo de Israel (Lev 21:17–20 y 11QTa [11Q19] 45.12–13). Este ambicioso plan religioso chocaría con las reformas interesadas concernientes al sacerdocio y al calendario de la dinastía Hasmonea. Producto de esta desproporción surgiría, como grupo alternativo al poder religioso oficial, los esenios.
La Proto-carta de Enoc (1Enoc 91, 1-94,5; 104,7-105,2) se ocupa directamente de la elección de Israel y de cómo en los últimos días, que ya se están viviendo, Dios va a separar a un grupo selecto para ser testigos de los justos (93,9). Este grupo elegido (los esenios) va a recibir una sabiduría especial de parte de Dios y van a preparar el camino para la redención de Israel y de todos los pueblos. Para ello, y tal como se plantea en Más trabajos de la Torá (4QMMT [4Q394–399) era necesario separarse aún más del pueblo de Israel, esa mayoría pecadora, para conservar la pureza necesaria para adorar verdaderamente a Dios (Para más detalles: Qumran and the Enoch Groups: Revisiting the Enochic-essene Hypothesis).