La confesión de fe de Pedro y Cesarea de Filipo
La segunda ocurre en la mitad del evangelio, el contexto general es el ministerio público en Galilea, pero esta vez en el otro lado del lago (6,45), la región de los gentiles, donde Jesús ha conducido a los suyos. El contexto específico es en el camino hacia la ciudad de Cesarea de Felipo, fuera de la juridicción de Herodes, en un ciudad de un fuerte carácter géntil. La fotografía a la derecha son de los restos del palacio de Felipe. En esta ocación Jesús pregunta a los discípulos que quién dice la gente que es él. La respuesta es conocida, unos que uno de los profetas, otros que el Bautista, y otros que Elías. Cuando Jesús vuelve a preguntar quién dicen ellos que es él, Pedro como cabeza del grupo contesta el Cristo (1,1; 8,29;9,41; 12,35; 13,21; 14,61; 15,32).
Me pregunto, ¿por qué esto tenía que suceder en el camino hacia Cesarea de Felipo? Un motivo teológico evidente sería el hecho que fuese un territorio con un carácter más gentil. La formación del discipulado es un tema fundamental en el Evangelio de Marcos, y en esta etapa de la instrucción éstos se están habriendo al mundo gentil (como lo hace la comunidad marcana) y entonces son capaces de reconocer la verdadera identidad de Jesús. Pero , ¿puede haber más? Veamos algo más del contexto de Cesarea de Felipo.
Felipe, uno de los hijos de Herodes el Grande, reconstruyó la ciudad cuando heredó la tetrarquía, y hasta hoy los restos arqueológicos son impresionantes. La ciudad era importante y lo siguió siendo hasta el tiempo de los cruzados. Su palacio era muy grande, con una hermosa sinagoga, y muy cerca de un templo pagano al dios Pan, que es el que aparece en la fotografía al lado. Es muy poco lo que sabemos del culto de Pan, sin embargo no puede ser casualidad que haya sido el dios de los pastores (Mc 6,34), y que se le asociase con ciertas celebraciones de la fertilidad. Jesús también se presenta como pastor (Mc 6,34) y como creador (4,39).
Pero hay todavía algo más que sólo lo vemos en la versión del Evangelio de Mateo que también ubica el episodio en la región de Cesarea de Felipo. Cuando Pedro ha dado testimonio de la identidad de Jesús, éste le dice: «bienaventurado eres Simón hijo de Jonás, porque ni la carne ni la sangre te han revelado esto sino mi Padre que está en los cielos». La revelación (apekalupsen) se entiende bien desde el contexto natural inmediato de la región. Este es de una belleza impresionante, y está marcado por dos hitos fundamentales: el monte Hermón que destaca entre los demás, y unos afluentes de ríos importantes. El monte Hermón era considerado un lugar de revelaciones importantes. De acuerdo al libro de los vigilantes Enoc sube a los cielos desde la región del monte Hermón para intervenir delante de Dios por los ángeles malos que han tenido relaciones sexuales con las mujeres. De acuerdo al Testamento de Leví, éste subió a los cielos desde esta región para recibir un conocimiento especial sobre el sacerdocio en Israel y el anuncio del mesías sacerdotal. ¿Podrá ser casualidad que también en este contexto Pedro tenga una revelación celestial sobre la identidad de Jesús? Es muy posible porque el mismo Jesús reconoce que esta revelación ha sido dada por el Padre.