En Bielorrusia…al fin en Bielorrusia!
Queridos amigos!! En Bielorrusia…al fín en Bielorrusia. Hace años que tenía deseos de visitar este país. Había escuchado mucho de la Iglesia Católica por estos lados. Se dice que es una Iglesia en busca de su identidad bielorrusa, con una gran influencia polaca, en medio de una gran presión rusa. ¡Qué combinación!Como el tiempo es tan corto me llevaré solo impresiones. Llegué hace diez días. Terminé una tanda de Ejercicios Espirituales con un compañero jesuita a un grupo de monjas, y ahora estoy empezando una segunda a sacerdotes y más monjas. Entre medio he podido ver algo de los campos, capillas, y una rápida visita a Minsk. Estoy encantado. La gente me ha parecido estupenda. El eslavo es un pueblo tan interesante y tan complejo. En general son tan abiertos…y llevan esa profundidad o melancolía tan propia. Cada vez que doy Ejercicios, y especialmente en contextos culturales (y lingüísticos) tan distintos a los propios, es una profunda llamada al cambio personal. Para mí, esto pasa por aprender a escuchar. ¡Me cuesta tanto escuchar! Dar Ejercicios es, entre tantas cosas, aprender a estar atentos a desde dónde escucho al otro. Son tantos condicionamientos, experiencias, y prejuicios que me impiden escuchar de verdad. Dejar al otro ser otra persona. El otro es el verdadero sujeto y agente de su vida y de su encuentro con Dios. ¡No intervenir! Más bien, dejar que Dios se encuentre con el sujeto…al modo propio del sujeto. ¡Aunque no lo entienda! ¡Aunque me parezca super conservador o super liberal! Esto requiere un constante «escucharse a sí mismo»…mirar las propias reacciones…y soltar, para volver al sujeto de manera más limpia y abierta. No ser un impedimento del encuentro entre el sujeto y Dios…Ya cuando regrese a Novosibirsk pienso escribirles de nuevo. Gracias por su apoyo y oraciones.