El árbol de la Vida, la inmortalidad y el trono de Dios
El árbol de la vida en el paraíso aparece por primera vez en Gn 2,9 donde se le describe en el medio del huerto. El mismo árbol aparecerá también en el Ap 22,2 en la Jerusalén celestial (que representa la nueva creación o paraíso) como un derecho para quienes han lavado sus vestiduras(22, 14b). Así, en el canon cristiano, el árbol de la vida se encuentra en el principio y en el final como símbolo de la inmortalidad en el contexto del paraíso y de la nueva creación. El final es muy importante porque está revirtiendo la suerte de Adán de acuerdo a Gn 3, 21-24. La historia de la salvación consiste en revertir la caída de la primera pareja. La relación entre el árbol de la vida y la inmortalidad en un contexto de promesa se vislumbra también en Is 65, 22 (LXX) cuando el profeta habla de las esperanzas del pueblo luego del exilio cuando toman posición de nuevo de la tierra: porque como los días del árbol de la vida (ἡμέρας τοῦ ξύλου τῆς ζωῆς), así serán los días de mi pueblo. En laVida de Adán y Eva se les dice a la primera pareja una vez expulsados del Jardín: si vosotros os guardáis de cualquier mal, como cualquiera en trance de morir, en el tiempo de la resurrección, naceréis de nuevo. Yo os resucitaré. Entonces se os dará del árbol de la vida y seréis inmortales para siempre (28,4). La misma recompensa se promete para los justos en TestLev 18,11: comer del árbol de la vida y el espíritu de santidad sobre ellos.
Respecto al árbol de la vida las fuentes difieren en su contenido. En algunas fuentes se da a entender que Adán ya había probado del árbol de la vida durante su estancia en el paraíso, eso explicaría su inmortalidad, la misma que perdió al ser expulsado del Jardín. En este sentido el castigo divino consistiría en no volver a comer de este árbol. Esto se entiende de la Vida de Adán y Eva (Gr) donde Dios le dice a Adán: Tú no podrás tomar [de este árbol] ahora, frase que entiende que previo al castigo le era permitido comer. Algo parecido leemos en la versión armenia: no sea que comas de éste [árbol] más y llegues a ser inmortal. Y no olvidemos la versión georgiana: Tú no tomarás de éste [árbol] nunca más en tu vida. En la misma línea escuchamos cómo se lamenta Dios al expulsar a la pareja de Adán:¿Dónde está el hombre que era como uno de nosotros?
En algunos textos como el 1Enoc no se habla del árbol de la vida explícitamente pero se menciona un árbol que es distinto a todos los demás, ubicado en la montaña del Trono de Dios, cuya belleza, fragancia, altura y madera es superior. Un árbol que nunca se marchitará (1Enoc 24,4). En este ejemplo, como en otros (Odas de Salomón 11,15; 2Enoc 8,3; ApEz (Gr) 6) , no es el fruto del árbol, sino su fragancia la que proporciona una vida larga (no la inmortalidad) en la tierra. Otro texto que habla de las propiedades inmortales de la fragancia del árbol de la vida es 4Ez 2,12: El árbol de la vida les dará un perfume fragante y ellos no se esforzarán ni se agotarán. Esto quiere decir que las maldiciones que afligían a la primera pareja después de la desobediencia se han revertido. Pero volvamos al ejemplo del 1Enoc y fijémonos en la relación que existe entre el Trono de Dios y el árbol de la vida que se hará más explícito en el 2Enoc 8,3 que nos dice que en el medio de los árboles se encuentra el de la vida, en el lugar sobre el que el Señor descansa, cuando sube al paraíso. Algo parecido leemos en la Vida de Adán y Eva cuando señala que el Trono de Dios estuvo preparado donde estaba el Árbol de la vida (22,4). Más aún el árbol de la vida se utiliza como sinónimo de Dios mismo en 4Mac 18,16: el árbol de la vida es Él (Dios) para quien actúa de acuerdo a su voluntad”. Para más detalles: Peter Thacher Lanfer, Remembering Eden, p.34-58.