Alianza Sinaítica: Introducción-Estructura
Los capítulos 19-24 del Ex son llamados el libro de la Alianza por el mismo Moisés en Ex 24,7. El libro del Dt es una adición o suplemento a éste (Dt 28,69). Ambas unidades forman el corazón del A.T. Ambos se concentran en el establecimiento de la soberanía de Dios a través de una relación de alianza: un Reino a través de la Alianza. Ya sabemos que el camino destructivo elegido por los primeros hombres los había conducido al juicio divino a través del diluvio y a un nuevo comienzo a través de la familia de Noé, el nuevo Adán. A éste se le ordena, al igual que a Adán, ser fructifero y multiplicarse (Gn 9,1). El caos vuelve, sin embargo, a instalarse, siendo la torre de Babel la nueva expresión de éste. Las naciones vuelven a estar perdidas y se desperdigan por la faz de la tierra. El nuevo comienzo, esta vez, se realizará a través de Abraham, un nuevo Adán, al cual Dios le hace grandes promesas en Gn 12, 1-3: Haré de ti un gran pueblo; te bendeciré; Bendeciré a los que te bendigan. Estas promesas se manifiestan en la Alianza sinaítica en Ex 19, 3-6. Israel es el último Adán que tendría que resolver las consecuencias del pecado y la muerte acarreadas por el primero. Además, tengamos en consideración que las promesas de Dios a Abraham se habían centrado en la descendencia y en la tierra. En la alianza Sinaítica ambas promesas se cumplen. Primero, Dios había aumentado considerablemente la descendencia de Abraham de tal modo que era un pueblo numeroso. También en esta alianza se formaliza la entrega de la tierra de Cannán. Pero esto, sin embargo, no agota los planes divinos. El próposito de Dios no ha cambiado, pretende bendecir a los descendientes de Abraham y a través de ellos a todas las naciones. Como un reino de sacerdotes, el pueblo de Israel tendrá que hacer conocido a Dios a todas las naciones y traer a éstas a una correcta relación con Dios. Esta Alianza será conocida como la Torá de Moisés en Ex 24,12. La alianza de Moisés será calificada como antigua por Pablo en 2Cor 3,14-15 y como la primera en Heb 8-9. Pero veamos las estructura literaria de Ex 19-24. El background (Ex 19); las diez palabras (Ex 20); los juicios (Ex 21-23); la ceremonia de ratificación de la alianza (Ex. 24). En el corazón del texto encontramos las diez palabras y los juicios. Las diez palabras en Ex 34,28 y Dt 4,13; 10, 4 son conocidas por los 10 mandamientos, aunque este nombre nunca es ocupado en las escrituras. Estas diez palabras son presentadas como mandamientos o prohibiciones absolutas que no están relacionadas con situaciones sociales concretas y donde no se mencionan castigos determinados. En contraste los juicios son presentados como casos legales casuisticos, como desiciones que funcionan como precedentes para casos eventuales y con castigos determinados. Son sentencias condicionadas. Por ejemplo en Ex 21, 28-32 vemos el caso donde un toro mata a cornadas a un hombre y trata de resolver si se trata o no de un hábito del animal. Si las diez palabras y los juicios forman el corazón de la alianza mosaíca, el capt. 19 y el 24 forman el «sujetalibro» del mismo. Esto es importante. El capt. 19 se explaya sobre el propósito divino de la alianza y de la preparación del pueblo para la revelación de Yavé en el Monte Sinaí. Por el contrario, el capt. 24 describe la ceremonia de ratificación de la Alianza, luego de la cual, a partir del capt. 25 y hasta el 40 se describe la construcción de un lugar de adoración, ejemplificando, así, la respuesta apropiada (adoración) del pueblo a su Rey. Tal como en Gn 1 se había establecido el gobierno de Dios a través de una alianza, y seguía la prioridad de la adoración a Dios en el santuario (Gn2), lo mismo en Ex donde Dios se declara rey en medio de Israel, y se sigue la prioridad de adorarlo como nación y como un nuevo Adán, hijo de Dios. Dios es el Padre y el Rey, Israel es el hijo obediente que se enmarca en una relación de amor y lealtad, obediencia y confianza. La epifania divina en el Sinai es real, señalada a través del sonido de las trompetas (Ex 19,16.19; 20,18), Israel asciende y se acerca al Rey (2Sam 15,10; 1Re 1,34.39.41; 2Re 9,13). Para más detalles: Kigdom through… p.1319-1348