La interpretación Paulina de Gn 22,17-18 (la descendencia de Abraham)
En el contexto de las promesas de Dios a Abraham tenemos en Gn 22,18: Y en tu simiente ( בְזַרְעֲךָ֔ ) serán bendecidas ( וְהִתְבָּרֲכ֣וּ ) todas las naciones de la tierra. Lo primero que llama la atención es el valor semántico del hitpael en וְהִתְבָּרֲכ֣וּ, que significaría ser considerado o declarar a alguien como bendito. También llama la atención la preposición beth en tu simiente. El significado de esta beth estaría dando el siguiente significado: las naciones serán bendecidas a través, o mejor dicho, en el nombre de la simiente de Abraham. Sería un beth instrumental: las naciones se considerarán o se declararán bendecidas por/a través de la simiente de Abraham. En un contexto general Gn 22,18 afirma en primer lugar la futura prosperidad de Israel, y como consecuencia de esta, se implica la bendición de todas las naciones como consecuencia de las promesas de Dios, la fidelidad de Abraham, y la relación entre Dios e Israel. Otro aspecto muy relevante de este versículo es el singular: בְזַרְעֲךָ֔ . Y es que זרץ puede significar un colectivo como descendencia o posteridad, casos en lo que generalmente el verbo está en singular (aunque en algunos casos se da en plural). Cuando זרץ significa posteridad los pronombres, los objetos de los pronombres, y los sufijos se encuentran siempre en plural. Cuando זרץ indica un individuo específico, aparece con un verbo inflectivo, adjetivos, y pronombres en singular. Con estos principios veamos los versículos Gn 22,17-18. En la primera parte de Gn 22,17 זרץ se refiere a un gran número de descendientes, sin embargo, en la segunda mitad del v.17 ( וְיִרַ֣שׁ זַרְעֲךָ֔ ) y la primera parte del v.18 (בְזַרְעֲךָ֔ ), se estaría refiriendo a un individuo concreto, singular, quien resultará victorioso sobre sus enemigos. וְהִתְבָּרֲכ֣וּ בְזַרְעֲךָ֔ כֹּ֖ל גּוֹיֵ֣י הָאָ֑רֶץ en el v.18 implicaría, por lo tanto, la referencia a un descendiente concreto de Abraham a través del cual todas las naciones serían beneficiadas. Esta es precisamente la sofisticada interpretación que hace de este texto San Pablo en Gl 3, 16: Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: y a las descendencias, como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia, es decir, Cristo. Para Pablo, en Gl 3,8-14, Cristo tiene que liberar a Israel de la maldición por el incumplimiento de la alianza y ponerla en la correcta relación con Dios. Además, como rey de Israel, Jesús tiene que cumplir lo que Israel como nación no realizó: llevar las bendiciones a las naciones. El realiza ambos acometidos a través de la muerte en cruz. Esta idea paulina, de Jesús cumpliendo con la alianza de Abraham, tiene ecos sinópticos en Lc 1, 54-55 donde ἐλέους (misericordia) traduce el hebreo hesed. No olvidemos tampoco Lc 1, 69-75 y Hch 3, 24-26. Para más detalles: Kingdom through Covenant, p. 1247-1290.