Jacob como el aspecto femenino de la liturgia celestial
Como hemos visto en otras entradas, algunas tradiciones antiguas se refieren a Metatrón simplemente como el Joven. Es un angel prominente, pero todavía no tiene relación con Metatrón-Enoc. En Seder Maase Bereshit el Joven es el amado de Israel y el amado de Dios, dos aspectos de un mismo rol intermediario entre el pueblo y el Altísimo. El Joven es el Príncipe (ángel) mesiánico que, de manera masculina, media entre la Gloria e Israel. Cuando, en cambio, lo que se quiere manifestar es la representación de la comunidad y la encarnación de su adoración, se enfatiza el aspecto pasivo o femenino delante de Dios, imagen que encarna la figura de Jacob en Hejalot Rabati 163-164. Vale la pena traducir este texto: “Enseñadles y decidles: levantad vuestros ojos hacia Rakia, que observa vuestra casa de oración, cuando vosotros recitáis delante de mí: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo es el Señor de los Ejércitos!” Porque yo no obtengo ningún gozo ni en todos los mundos que he creado, salvo cuando llega el tiempo cuando vuestros ojos se elevan a mis ojos, y mis ojos se elevan a vuestros ojos, es el tiempo cuando vosotros recitáis delante de mí: “¡Santo!, ¡Santo! ¡Santo es el Señor de los Ejércitos!” Porque este es el tiempo cuando el halo que sale de vuestros labios, se esparce y se eleva delante de mí como una aroma sacrificial” (163b). Este texto es formidable. Se resalta el rol femenino o pasivo de Israel, y el aspecto masculino y activo de Dios. El tono erótico del texto nos lleva indudablemente al Cantar de los cantares. En este contexto aparece la figura de Jacob: “Testimoniadles acerca de lo que has visto de mí: Que es lo que yo he hecho por el rostro de Jacob, vuestro padre, que he grabado en el trono de mi Gloria. Porque durante el tiempo que vosotros recitáis delante de mí: “¡Santo! ¡Santo! ¡Santo es el Señor de los Ejército!…Yo me inclino hacia él y me ocupo de él, lo abrazo, le bezo, con mis manos sobres sus brazos, tres veces, correspondiendo a las tres veces que vosotros recitáis la Kedusha delante de mí, como está escrito: “¡Santo! ¡Santo! ¡Santo es el Señor de los Ejércitos!” (164). Jacob (o Israel) responde al aspect femenino del encuentro erótico con Dios que responde a sus alabanzas. El motivo del rostro de Jacob inscrito en el trono de Gloria está presente en varias fuentes: la Escalera de Jacob; LamR 2,2; Gen R, 82,2; GenR 68,12, etc. En LamR 2,1-2 encontramos un escenario como el descrito en HejR 164 , esto es una liturgia diaria que hace que Dios abrase y bese la imagen de Jacob en el trono: “¿A caso no me irritaríais si no fuera porque la imagen de Jacob que está grabada en mi trono? ¡Mirad, esto lo arrojo en vuestro rostro! Este es el significado de: “Él ha arrojado desde el cielo la belleza de Israel”. Ahora bien, la imagen femenina no siempre acompaña a Jacob. En NmR 4,1leemos: “El Santo,bandito sea, le dijo a Jacob: “Jacob, tú eres en extreme valioso a mis ojos por cuanto he grabado tu imagen en mi trono, y en tu nombre, los ángeles me alaban diciendo: “Bendito es el Señor, Dios de Israel, por siempre y por siempre (Salm 41,14)”. En este caso Jacob realiza una función en la liturgia celestial parecido al del Joven en los textos de las Hejalot. En el Pirkei de R. Eliezes, compilado hacia el siglo VIII o IX, leemos otra tradición donde se nos dice que el rostro de Jacob se identifica más con una de los Hayyot descritos por Ezekiel que con una figura grabada en el trono: “El soñó, y mirad, una escalera se apoyaba en la tierra, y la punta alcanzaba el cielo (Gn 28,12). Y los ángeles servidores ascendían y descendían por ella, y contemplaban el rostro de Jacob, y decían: Este rostro es el rostor de la Hayya que esté en el trono de Gloria”. Para más detalles: The Mystery of God, p. 545-550.