Polémica en torno al Nombre de Jesús en la Tosefta y el Talmud
En varias entradas hemos visto la relación entre
los milagros de Jesús y la magia (ver: aquí y aquí) . Esto tiene relación también con el
uso del nombre de Jesús . Un texto pertinente del uso polémico del
nombre de Jesús en el ambiente rabínico se encuentra en la Tosefta Hulin II, 22-23: En cierta ocasión, una serpiente mordió a R. Eleazar ben Dama. Jacob de
Keffar Sama vino a curarle en nombre de Yeshua ben Pantera, pero R. Ismael no
se lo permitió. Le dijeron: “No te está permitido, ben Dama”. Él [ben Dama] dijo:
“Voy a darte una prueba {tomada de la Escritura, tengo derecho] para que él me
cure”. Pero, antes que adujese la prueba, murió. R. Ismael declaró: “Dichoso
tú, ben Dama, que has salido en paz [de este mundo] sin haber transgredido las
ordenanzas de los Sabios, pues quien rompe la barrera de los Sabios, el castigo
llega sobre él, como está escrito: “Quien rompe la barrera, la serpiente le
muerde” (Ecle 10,8). Otro texto de
polémica rabínica en relación a la acción taumatúrgica de los primeros cristianos
está en el Talmud de Jerusalén, Sabbat XIX,
4, 14: Su nieto [de R. Yehoshúa ben Leví]
se había tragado algo. Vino un hombre y le murmuró [algo] en nombre de Yeshu
ben Pandira, y se curó. Cuando hubo salido, [R. Yhoshúa ben Leví] le dijo:
“¿Qué os ha murmurado?”. Él contestó: “Tal palabra”. El [R. Yehoshúa ben Leví]
le dijo: “Habría sido preferible que muriese antes que esto”. Y así fue
(murió), [como está dicho]: “Como un error que emana de la autoridad (Ecle
10,5)”. Podemos decir que el nombre de Jesús tiene poder en cuanto colabora
con la fe del sujeto enfermo y en cuanto remite y actualiza el poder de la
resurrección. Esto escandaliza a los rabbis, quienes no se detienen en
anatemizar tal actuar.
los milagros de Jesús y la magia (ver: aquí y aquí) . Esto tiene relación también con el
uso del nombre de Jesús . Un texto pertinente del uso polémico del
nombre de Jesús en el ambiente rabínico se encuentra en la Tosefta Hulin II, 22-23: En cierta ocasión, una serpiente mordió a R. Eleazar ben Dama. Jacob de
Keffar Sama vino a curarle en nombre de Yeshua ben Pantera, pero R. Ismael no
se lo permitió. Le dijeron: “No te está permitido, ben Dama”. Él [ben Dama] dijo:
“Voy a darte una prueba {tomada de la Escritura, tengo derecho] para que él me
cure”. Pero, antes que adujese la prueba, murió. R. Ismael declaró: “Dichoso
tú, ben Dama, que has salido en paz [de este mundo] sin haber transgredido las
ordenanzas de los Sabios, pues quien rompe la barrera de los Sabios, el castigo
llega sobre él, como está escrito: “Quien rompe la barrera, la serpiente le
muerde” (Ecle 10,8). Otro texto de
polémica rabínica en relación a la acción taumatúrgica de los primeros cristianos
está en el Talmud de Jerusalén, Sabbat XIX,
4, 14: Su nieto [de R. Yehoshúa ben Leví]
se había tragado algo. Vino un hombre y le murmuró [algo] en nombre de Yeshu
ben Pandira, y se curó. Cuando hubo salido, [R. Yhoshúa ben Leví] le dijo:
“¿Qué os ha murmurado?”. Él contestó: “Tal palabra”. El [R. Yehoshúa ben Leví]
le dijo: “Habría sido preferible que muriese antes que esto”. Y así fue
(murió), [como está dicho]: “Como un error que emana de la autoridad (Ecle
10,5)”. Podemos decir que el nombre de Jesús tiene poder en cuanto colabora
con la fe del sujeto enfermo y en cuanto remite y actualiza el poder de la
resurrección. Esto escandaliza a los rabbis, quienes no se detienen en
anatemizar tal actuar.