Libro de la Creación (2)
La segunda parte del Libro de la Creación presenta
las letras del alfabeto y la cifra de sus doscientas treinta y una
posibles permutaciones. Veintidós letras
fundamentales: tres principales, siete dobles y doce simples (1)… Veintidós
letras fundamentales: fijadas en la esfera por doscientas treinta y una
puertas. La esfera gira adelante y atrás. Y este es el signo: no hay bien
superior al placer (de conocer al Dios, Is 58,14) ni mal peor que el suplicio (4). ¿Cómo? Pésalas y combínalas. Alef con
todas, y todas con álef. Bet con todas, y todas con bet. Y así todas se repiten
en un ciclo. He aquí que resultan doscientas treinta y una puertas (5). Este
es el fundamento de toda la creación dada por la dinámica del verbo, la
pronunciación y del habla. Veintidós
letras [fundamentales]: trázalas, diséñalas, combínalas, permútalas y forma con
ellas el alma de toda creatura y de todo lo que será creado en el futuro (2). Es interesante constatar que el alfabeto
hebreo, con todas sus combinaciones, es la manifestación de un nombre único, el
de Dios, y que es un totalidad puede ser considerada un nombre místico. He aquí que cada creatura y cada palabra
emanó de un mismo Nombre (5). Forma de la nada lo que es, y haz que exista lo
que no existe. Esculpe grandes columnas (Prov 9,1) a partir del aire que no puede ser asido. Él prevé y transpone, forma
toda creatura y todas las palabras en un solo Nombre. Y un signo de esto:
veintidós propósitos en un solo cuerpo.
las letras del alfabeto y la cifra de sus doscientas treinta y una
posibles permutaciones. Veintidós letras
fundamentales: tres principales, siete dobles y doce simples (1)… Veintidós
letras fundamentales: fijadas en la esfera por doscientas treinta y una
puertas. La esfera gira adelante y atrás. Y este es el signo: no hay bien
superior al placer (de conocer al Dios, Is 58,14) ni mal peor que el suplicio (4). ¿Cómo? Pésalas y combínalas. Alef con
todas, y todas con álef. Bet con todas, y todas con bet. Y así todas se repiten
en un ciclo. He aquí que resultan doscientas treinta y una puertas (5). Este
es el fundamento de toda la creación dada por la dinámica del verbo, la
pronunciación y del habla. Veintidós
letras [fundamentales]: trázalas, diséñalas, combínalas, permútalas y forma con
ellas el alma de toda creatura y de todo lo que será creado en el futuro (2). Es interesante constatar que el alfabeto
hebreo, con todas sus combinaciones, es la manifestación de un nombre único, el
de Dios, y que es un totalidad puede ser considerada un nombre místico. He aquí que cada creatura y cada palabra
emanó de un mismo Nombre (5). Forma de la nada lo que es, y haz que exista lo
que no existe. Esculpe grandes columnas (Prov 9,1) a partir del aire que no puede ser asido. Él prevé y transpone, forma
toda creatura y todas las palabras en un solo Nombre. Y un signo de esto:
veintidós propósitos en un solo cuerpo.