Metatrón, el escriba, el príncipe, el joven…y el Anciano de días
Además del escriba en los cielos, Metatrón es identificado con el Príncipe, el gran ángel que preside en el templo celestial en el tercer cielo (una evolución del rol que tradicionalmente correspondía a Miguel). En un texto citado por P. Schafer (The Jewish Jesus p.117) se llega a identificar a Metatrón con el Anciano de días del libro de Daniel, lo mismo que la primera cristología predicó de Jesús características divinas. El texto en cuestión dice que delante de él están miles y miles, miriadas y miriadas (de ángeles) que le sirven. Sobre ellos es dicho por Daniel: Durante la visión vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó: Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes (Dn7.9ss). En el mismo texto los rabinos se preguntan sobre la identidad del enigmático personaje. ¿Quién es éste a quien sirven miles de ángeles y que el texto relaciona con el Anciano de días de Daniel? Este dilema es resuelto por Eleazar Nadwadya quien señala que su nombre es Metatrón , como el nombre del Poder. Lo que es particularmente interesante es que el texto de Dn 7,9 ss el Anciano de los días es el mismo Dios. ¿Por qué en este texto se predica de Metatrón lo que Daniel predica de Dios? ¿Se esta identificando al Anciano de los días con Metatrón? ¿Se esta identificando, al modo de la cristología cristiana davídica, a Metatrón con Dios? Una cosa es cierta en este texto: Metatrón es adorado por los ángeles al modo como estos adoran al Anciano de los días.
Además de Príncipe Metatrón es conocido como el Joven quien también preside en el Templo Celestial. En el Midras Número Rabba (Bam R 12,12) leemos que cuando el Santo, bendito sea, le ordeno a Israel levantar el tabernáculo también le ordeno a los ángeles que le servían hacer lo mismo. Y cuando un tabernáculo era erigido abajo, el otro era erigido en lo alto. Este último era el tabernáculo del Joven, cuyo nombre es Metatrón, y allí el oficia por las almas de los justos para expiar por Israel en sus días de exilio.