El Corán como revelación perfecta en el Islam
Uno de los aspectos que más enfatizan los musulmanes es el carácter definitivo y claro de la revelacion recibida por Mahoma. Este énfasis se puede explicar por diversos motivos. El primero es que tanto el judaísmo como el cristianismo, si bien beben de la misma fuente, el Antiguo Testamento, lo interpretan de modos muy distintos. Tanto es así que para el Judaísmo rabínico, el que conoció Mahoma, los libros sagrados terminan con el segundo libro de Crónicas, cuando el rey Ciro de Persia permite el regreso del exilio de los judíos, quienes organizarán el culto en relación a la Torá y a la eventual reconstrucción del templo. Es decir el final del Tanak es un reflejo de la situación del pueblo después de la destrucción del segundo templo por parte de los romanos, cuando el judaísmo comienza a configurarse en torno a los sabios y su interpretación de la Torá. No sucede lo mismo con la interpretación cristiana de lo que llamamos el Antiguo Testamento que es un verdadero arsenal de profesías que anuncian al Mesías y que terminan en una especie de «continuará» que es lo que se verá en el Nuevo Testamento. Para Mahoma esto era un escándalo, después de todo, ambos pueblos, el judío y el cristiano se denominaban «pueblos del libro» : «Los judíos dicen: «los cristianos no siguen nada sustancial», mientras que los cristianos dicen: «Los judíos no siguen nada sustancial», mientras ambos recitan el Libro» (Q2, 113). Más complicado aún era para Mahoma entender las diversas interpretaciones, escuelas y sentidos que la Tanak adquiría en el seno del Judaísmo rabínico. Lo que es una experiencia religiosa en relación a un texto vivo que se interpreta de diversas maneras, todas validas en cuanto sostienen a la comunidad judía…para Mahoma no era sino signo de división y de escándalo. Así lo hace saber el Corán: «Le hemos dado a Moisés el Libro, pero éste ha sido objeto de controversia» (Q 41,45). Y es que Mahoma entendía la revelación divina a través de los profetas como simple y de un sólo contenido. Los judíos y los cristianos no han hecho sino desobedecer y confundir el mensaje pristino de Dios. En ese sentido el Corán es perfecto. Por eso este declara: «Ala va a juzgar entre ellos (cristianos y judíos) en el día de la resurrección respecto a sus diferencias» (Q2, 113). Así, otro ejemplo: «Y respecto a aquellos que dicen: «somos cristianos», hemos hecho una Alianza; ellos han olvidado una parte de lo que deberían recordar, entonces surgió la enemistad y el odio entre ellos hasta el Día de la Resurrección. Entonces Ala les hará saber lo que ellos han hecho. Oh, pueblo del libro, nuestro mensajero ha venido a vosotros para mostraros cuanto hais olvidado del Libro y para perdón de este hecho. En efecto, una luz y un Libro claro ha llegado a vosotros desde Ala» (5:14-15). La revelación del Corán no difiere de la de los grandes profetas, pero esta vez es tan diafana y clara que no tolera discrepancias dentro de ella: «Ala te ha confiado como religión lo que le ha encargado a Noé y lo que nosotros te hemos revelado, y lo que ha encargado a Abraham, Moisés y Jesús. Actúa acorde y no divagueis …»(Q 42:14). No es por nada, de acuerdo al Islam, que uno de los significados de «Israel» sea «el que pelea con Dios», mientras que el significado del Islam es «sumición» a Dios. Entonces para Mahoma la última revelación, la que él mismo recibió, tiene la gracia, a diferencia de las otras de ser clara, transparente, sin ningún viso de disentimiento. El contenido no difiere de lo que recibió Moisés o Jesús, simplemente que esta vez, la belleza del texto y su claridad no deja espacio a disputas. Lo que está en juego, a final de cuentas, para Mahoma es el honor de Dios. M. Lodahl, Claiming Abraham, Reading the Bible and Qur´an side by side.