Nueva Alianza en Cristo
La nueva Alianza inaugurada por Cristo se basa en su muerte en cruz como rescate por (anti) muchos: Porque el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos (Mc 10,45). El dar algo por rescate o sustitución de otra cosa está presente en la palabra griega Lytron que se ocupaba para hablar del dinero que se usaba para liberar a los esclavos en el tiempo de Jesús (Lv 19,20; Ant. 12,46). Esta es la dinámica que aparece en Gn 22 cuando un carnero es puesto en lugar de Isaac o en Ex 12 donde un carnero toma el lugar de los primogénitos. En Mc 14,24 esta misma idea se repite: Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. En Mt 26, 28: porque ésta es mi sangre de la alianza, que se derrama por todos para el perdón de los pecados. San Pablo hablará sobre «la Nueva Alianza en mi sangre» (1Cor 11,25; Lc 22,20). Esta Nueva Alianza supone el fin de la anterior: Cuánto he deseado comer con ustedes esta Pascua antes de mi pasión. Les aseguro que no volveré a comerla hasta que alcance su cumplimiento en el reino de Dios (Lc 22,15-16). Aquí Jesús señala que la Pascua, tal como fue instituida en el A.T. ha llegado a su fin, no se volverá a comer hasta que los propósitos de Dios se realicen. La terminología «Nueva Alianza» hace relación a las promesas contenidas en Jr 31, 31-34 y Ez 36, 22-32 en torno a un nuevo corazón y un nuevo espíritu.