La dieta de Adán y Eva después del Edén

Uno de los elementos que tenemos que estudiar
cuando analizamos las consecuencias del primer pecado es la dieta de los
primeros padres, esto es,  el alimento
que en adelante tendrán que “soportar” Adán y Eva. De acuerdo a J en el paraíso
la pareja se alimentaba de todos los
frutos del huerto
sin necesidad de trabajar. De acuerdo al relato P  el hombre se podía alimentar de toda planta que da semilla (זֹרֵ֣עַ זֶ֗רַע ת־כָּל־עֵ֣ אֶת) (Gn 1,29 ) que hay
en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla

(Gn 1,29). No debemos dejar de pasar por alto que toda planta que da
semilla, y es parte esencial de la dieta bendecida por Dios en el paraíso, se
refiere a los cereales, a diferencia de las hierbas
(sin más) (לְאָכְלָ֑ה
עֵ֖שֶׂב) que servirán de alimentos a los animales (Gn
1,30). El alimento humano no era un alimento cualquiera, de allí que, por
ejemplo en la Vida de Adán y Eva se describa como alimento de ángeles. Esta dieta se verá drásticamente reemplazada
en adelante por las hierbas del campo (הַשָּׂדֶֽה אֶת־עֵ֥שֶׂב) (Gn 3,18), esto es, el alimento de los animales. Estas hierbas del campo, que no son lo
mismo que toda hierba que produce
semillas
 (Gen 1,29), parte
esencial de la dieta en el paraíso, se relacionan más bien con textos como Dn
4, 22. 29. 30 donde el rey Nabucodonosor, quien ha caído en desgracia de Dios
al igual que Adán, ha sido expulsado de entre los hombres, su morada se instaló
entre las bestias del campo, y su dieta llegó a ser la  hierba
para comer como la del ganado
(יְטַעֲמ֔וּן לָךְ כְתוֹרִין֙ עִשְׂבָּ֤א) (Dn4,29) (Gary
A. Anderson, “The Penintence Narrative in the Life of Adam and Eve”, Literature of Adam and Eve, Collected
Essays,
(Ed. G. A. Anderson, M.E. Stone, y J. Tromp), Brill, Leiden, 2000,
p. 13-14). En este episodio se nos está diciendo dos cosas, la primera es que
la maldición de Adán consiste en reducirlo, de alguna manera, a la condición
animal. La segunda, es que a través de esta configuración adámica, el orden
jerárquico primigenio queda alterado definitivamente. Y es que de acuerdo al
relato de P el hombre, creado a imagen de Dios, es su representante en la
tierra y están a cargo de gobernar a los animales de la tierra, el mar y el
aire (Ronald Hendel, The Book of Genesis,
A Biography,
Princeton University Press, Princeton, 2013, p. 37). La
armonía que alguna vez existió entre los hombres y los animales se ha
desdibujado cuando el orden jerarquico primigenio se ha roto.  

Tomás García-Huidobro

Sacerdote Jesuita, Doctor en Teología Bíblica.