Las reglas interpretativas de la Torá de Hillel el viejo
La aproximación farisea a la Torá siempre es viva, siempre trata de responder a situaciones concretas. La Torá no se trata de valores inamovibles. La Torá está viva y camina con el pueblo. Esto es particularmente cierto cuando vemos el Talmud. Sin embargo, ya en el tiempo de Jesús encontramos algunos principios interpretativos para relacionar distintas párrafos de la Torá y así responder a la vida práctica. Es el caso de Hillel el viejo quien nos comunica los siguientes: Inferencia de lo menor a lo mayor; inferencia desde la similitud de algunas frases; deducción desde un verso; deducción desde dos versos; inferir algo desde lo general a lo particular; inferencia desde los particular a lo general; las similitudes en donde se encuentren; deducción desde el contexto (Avot de R. Nathan 37). Estas reglas no son nada de claras, pero nos hablan de una actitud que se perfeccionará hasta llegar al Talmud. Esa libertad interpretativa en relación a la Torá que viene dada por la realidad a la que se debe responder. La Torá fue revelada por Dios pero ahora le pertenece al pueblo. Son los sabios quienes tienen que lidiar con ella y tratar de aplicarla a cada circunstancia de la vida, por muy insignificante que aparezca.